| linda taquígrafa (fuente Lawactually) | 
LINGÜISTAS
De pronto, las diversas acuñaciones cerebrales adquirieron vigencia fónica:
                 -¡Qué sintagma! 
                 -¡Qué polisemia! 
                 -¡Qué significante!
-¡Qué diacronía!
-¡Qué diacronía!
                 -¡Qué exemplar ceterorum!
                 -¡Qué Zungenspitze! 
                 -¡Qué morfema! 
La hermosa taquígrafa desfiló impertérrita y adusta entre aquella salva de fonemas. Sólo se la vio sonreír, halagada y tal vez vulnerable, cuando el joven ordenanza, antes de abrirle la puerta, murmuró casi en su oído:
- Cosita linda.
Mario Benedetti
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