figura de mujer en lámina de bronce encontrada en el santurio minoico de Citera
(foto de Diffendale en FLICKR)
En medio del tráfago de malas noticias y pronósticos apocalípticos sin fin que llenan últimamente la red, me encuentro hoy con una carta que los escolares de la isla de Citera, cuna de Afrodita según una de las versiones de la mitología griega, escribieron hace dos meses al primer ministro y al ministro de Cultura y Turismo griegos . En ella los chicos manifiestan a tan altas autoridades su disgusto por el paso a la reserva del arqueólogo Aris Tsaravopulos, como resultado de las últimos cambios legislativos.
Desconozco con qué sensibilidad habrán recibido la misiva los señores Papademos y Yerulano, pero a mí me parece que merece la pena leerla con atención. Por eso he traducido algunos pasajes para la entrada de hoy:
"...No sabemos qué significa exactamente "la reserva" ni por qué tiene que pasar a la reserva un estudioso que hace bien su trabajo…
…Queremos informarles de cuánto queremos y necesitamos al arqueólogo en nuestra isla. Todos estos años descubriendo tesoros, una obra maestra o la pequeña asa de una vasija, una moneda o una piedrecita como unα bola , nos las enseña al momento, nos las explica y nos hace conocer nuestro lugar para que lo amemos aún más.
Lo invitamos a menudo a nuestro colegio y nos habla de forma comprensible y viva de la historia de Citera desde la antigüedad remota hasta hoy en día…
Guía a los visitantes de la isla, pequeños y mayores, habla con palabras sencillas y hace que la arqueología no parezca muy árida sino algo hermoso e importante. Organiza seminarios, congresos y charlas cada verano y recibe visitas de niños en el Paleocastro, donde excava y nos enseña cómo participar también nosotros de forma responsable y provechosa.
Así , ofrece, sin descanso y con una sonrisa, los mejores servicios a nuestro pueblo, ayuda a la extracción y la conservación de sus descubiertos y pelea por que se vuelva a abrir el Museo Arqueológico de Citera. De esta manera comparte su amor por lo que hace con nosotros y da a conocer Citera a toda Grecia y a todo el mundo.
Si el señor Tsaravopulos es apartado del servicio y no es sustituido por un arqueólogo que tenga el mismo interés, el mismo celo y la misma presencia permanente, será una pequeña catástrofe para la cultura de nuestra isla. "
Actualmente, según los datos del último censo que se incluyen en su página oficial, la isla de Citera tiene 3354 habitantes , pero por todo el mundo hay dispersos muchos miles más de citereos y descendientes de citereos que tuvieron que emigrar de la isla para buscarse la vida. ¿Será esa también la única salida que les quede a estos chicos con tantas ganas de aprender y amor por el lugar en el que vinieron al mundo?
(foto de Diffendale en FLICKR)
En medio del tráfago de malas noticias y pronósticos apocalípticos sin fin que llenan últimamente la red, me encuentro hoy con una carta que los escolares de la isla de Citera, cuna de Afrodita según una de las versiones de la mitología griega, escribieron hace dos meses al primer ministro y al ministro de Cultura y Turismo griegos . En ella los chicos manifiestan a tan altas autoridades su disgusto por el paso a la reserva del arqueólogo Aris Tsaravopulos, como resultado de las últimos cambios legislativos.
Desconozco con qué sensibilidad habrán recibido la misiva los señores Papademos y Yerulano, pero a mí me parece que merece la pena leerla con atención. Por eso he traducido algunos pasajes para la entrada de hoy:
"...No sabemos qué significa exactamente "la reserva" ni por qué tiene que pasar a la reserva un estudioso que hace bien su trabajo…
…Queremos informarles de cuánto queremos y necesitamos al arqueólogo en nuestra isla. Todos estos años descubriendo tesoros, una obra maestra o la pequeña asa de una vasija, una moneda o una piedrecita como unα bola , nos las enseña al momento, nos las explica y nos hace conocer nuestro lugar para que lo amemos aún más.
Lo invitamos a menudo a nuestro colegio y nos habla de forma comprensible y viva de la historia de Citera desde la antigüedad remota hasta hoy en día…
Guía a los visitantes de la isla, pequeños y mayores, habla con palabras sencillas y hace que la arqueología no parezca muy árida sino algo hermoso e importante. Organiza seminarios, congresos y charlas cada verano y recibe visitas de niños en el Paleocastro, donde excava y nos enseña cómo participar también nosotros de forma responsable y provechosa.
Así , ofrece, sin descanso y con una sonrisa, los mejores servicios a nuestro pueblo, ayuda a la extracción y la conservación de sus descubiertos y pelea por que se vuelva a abrir el Museo Arqueológico de Citera. De esta manera comparte su amor por lo que hace con nosotros y da a conocer Citera a toda Grecia y a todo el mundo.
Si el señor Tsaravopulos es apartado del servicio y no es sustituido por un arqueólogo que tenga el mismo interés, el mismo celo y la misma presencia permanente, será una pequeña catástrofe para la cultura de nuestra isla. "
Actualmente, según los datos del último censo que se incluyen en su página oficial, la isla de Citera tiene 3354 habitantes , pero por todo el mundo hay dispersos muchos miles más de citereos y descendientes de citereos que tuvieron que emigrar de la isla para buscarse la vida. ¿Será esa también la única salida que les quede a estos chicos con tantas ganas de aprender y amor por el lugar en el que vinieron al mundo?
foto de la isla (de KYTHERA.GR)